Diplomacia nuclear
Por Diario UNO el septiembre 11, 2017http://diariouno.pe/columna/diplomacia-nuclear/
Oswaldo de Rivero
La norma de oro de la diplomacia sobre armas nucleares es que las potencias que detentan la gran mayoría de estas armas, como son hoy los Estados Unidos y Rusia, mantengan contactos directos entre sus jefes de Estado y sus altos mandos militares para evitar malos entendidos y accidentes que podrían provocar un ataque nuclear preventivo.
En el caso de las potencias nucleares menores, como China, Gran Bretaña, Francia, Israel, India y Pakistán, la regla de oro diplomática ha sido mantener un bajo perfil militar nuclear, no haciendo alarde de tener armas nucleares y no amenazar con ellas a sus enemigos o rivales.
Esta ha sido la actitud de Israel en su conflicto con los países árabes, la de la Gran Bretaña frente Argentina en el conflicto de las Malvinas , la de India y Pakistán y la de China y la India , en sus respectivos conflictos fronterizos.
Estas reglas de diplomacia nuclear han sido hoy dinamitadas por el régimen de Kim Jong Un, quien se ha vanagloriado de tener armas nucleares y ha amenazado con usarlas contra Corea del Sur, Japón y los Estados Unidos.
Lo interesante de esta pataleta nuclear de Kim Jong Un es que ha probado que China no ha podido controlar los arrebatos nucleares de un pequeño aliado fronterizo, como es Corea del Norte. Esta incapacidad de su diplomacia le ha hecho perder la cara a China en el Asia y el mundo, y sobre todo, esta debilidad ha sorprendido a las potencias que temen una hegemonía china en Asia y el mundo, como son India, Japón y los Estados Unidos.
Después de no poder controlar la grave crisis nuclear global provocada por Corea del Norte, China tiene que demostrar que no es solo una factoría exportadora global sino una potencia asiática con vocación mundial. Para ello debe liderar la estabilización de la península de Corea, que es su propia frontera. Si no lo hace, la credibilidad de que China es una gran potencia que contribuirá a la paz mundial se evaporará con la persistencia de la crisis en la península de Corea.
La península de Corea necesita una diplomacia nuclear realista que reconozca que ningún país que logra tener el arma nuclear negocia la renuncia de este gran poder. Por lo tanto, cualquier intento de estabilizar la península de Corea pasa por reconocer que Corea del Norte es ya una potencia nuclear menor, y que al ser reconocida como tal, debe comportarse con prudencia y no vanagloriase de su poder nuclear y menos amenazar a sus rivales. Entonces, debe cesar sus ensayos nucleares y dejar de lanzar misiles balísticos, y como contraparte, los Estados Unidos y Corea del Sur deben dejar de hacer maniobras militares que son peligrosa frente a un régimen paranoico como el de Pyongyang.
Logrado esto, lo más importante es que las dos Coreas negocien un modus vivendi que establezca una sólida coexistencia pacífica entre ambas, que es lo único que puede permitir que durante este siglo, se logre la pretendida integración y la unificación de la península de Corea.
Corea del Norte: suicidio, retórica e impotencia China
Por Diario UNO el agosto 14, 2017OSWALDO DE RIVERO
Kim Jong y sus generales, con medallas hasta las rodillas, han amenazado con lanzar sus misiles balísticos a 25 millas de Guam, y el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, general James Matti, les replicó, diciendo: “El régimen de Corea del Norte corre el riesgo de suicidarse”.
En efecto, un solo submarino nuclear norteamericano de la clase Ohio con 14 misiles Trident, cada uno de ellos con 12 ojivas termonucleares que son 15 veces más poderosas que la bomba de Hiroshima, podría tan solo con uno de sus misiles, incinerar al régimen de Kim Jong Un y a la mayor parte de la población norcoreana.
El tiránico régimen de Corea de Norte no es suicida; lo que ocurre es que siempre usa con sus enemigos un lenguaje apocalíptico, inclusive cuando amenaza con armas convencionales. Sin embargo, hacer esto con armas nucleares es muy peligroso, porque invita a la potencia nuclear amenazada (Estados Unidos) a un ataque preventivo.
Con armas nucleares no hay retorica patriótica, cosa que hoy existe peligrosamente en Corea del Norte y en Donald Trump. Todos dicen que recurran a la diplomacia, pero la diplomacia ha probado que no funcionará sin una vigorosa actitud de China, que hoy está ausente.
Hasta ahora China, a pesar de haber aprobado sanciones en el Consejo de Seguridad contra su aliada Corea del Norte, no ha hecho una aplicación rigurosa de las sanciones como para domar la insana política nuclear de Kim Jong Un y lograr negociaciones para desnuclearizar la península de Corea.
El partido comunista de China comunista, que administra el capitalismo de estado chino, está enamorado de una globalización neoliberal que le permite crecer al 6% y tener acceso a todos los mercados del mundo. Esto ha influido a que descuide las pretensiones nucleares de su aliada Corea del Norte, y ahora ya es muy tarde para que esta renuncie al arma nuclear. Así, la nuclearización de la península coreana ha probado la impotencia diplomática de China frente a Corea de Norte.
En efecto, China se ha declarado nada menos que “neutral” si Corea del Norte ataca a los Estados Unidos; pero al mismo tiempo, ha dicho que la defenderá si los Estados Unidos ataca primero. Esta posición favorece a los Estados Unidos porque este no va a lanzar un ataque preventivo pero sí va a dar una respuesta devastadora no nuclear si Corea del Norte lanza sus misiles a 25 millas de Guam.
La realidad ha demostrado que la diplomacia china no tiene hoy poder para cambiar la política nuclear de Corea del Norte. Se podría decir que China es hoy un gigante económico y a la vez un enano diplomático que se declara “neutral” al no poder desactivar una peligrosa tensión nuclear en su propia frontera.
El resultado de esta impotencia diplomática de China es que el tiránico y peligroso régimen de Corea del Norte es un nuevo miembro del restringido club de las potencias nucleares. Y Estados Unidos tendrá que acostumbrarse a vivir con esta nueva amenaza.
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