jueves, 15 de mayo de 2008

La deuda externa : Su origen es cultural

- La deuda externa : su origen es cultural..


FORUM TPSIPOL : RED DEMOCRATICA
Febrero 2004

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LA DEUDA EXTERNA : SU ORIGEN ES CULTURAL
Embj. Oswaldo de Rivero

Los Estados deudores subdesarrollados pagan mas de 50 billones de dólares anuales por concepto de deuda externa, y cuando no pueden pagar, reestructuran su deuda con más altos intereses. De esta manera, la deuda sigue aumentando y su servicio es hoy una suerte de gran tributo perpetuo que pagan los países subdesarrollados a sus acreedores foráneos, tributo que en muchos casos, supera la ayuda y las inversiones extranjeras que reciben.

Ante semejante situación de no-desarrollo, valdría la pena preguntarse: ¿Si hoy mismo se le perdonara toda la deuda a estos países, mal llamados “en desarrollo” comenzarían éstos a desarrollarse? La respuesta es no! Al cabo de unos años estos países estarían nuevamente endeudados porque el problema de su endeudamiento creciente se debe a que están entrampados en el subdesarrollo de la exportación de productos primarios y de manufacturas con muy bajo contenido tecnológico, cuya baja demanda, precios magros e inestables, no generan recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de sus crecientes poblaciones urbanas que se debaten en la informalidad y el desempleo. En consecuencia, estos países subdesarrollados no tienen otra opción que endeudarse continuamente.

Según el Banco Mundial, los precios reales de las materias primas, que se han desplomado por debajo de los precios reales que tenían durante la depresión de 1932, seguirán declinando durante el siglo XXI. También, según recientes informes de la UNCTAD, los precios de las manufacturas con poca intensidad tecnológica tiene también una tendencia a la baja. Hoy la demanda mundial de las materias primas no llega ni al 3% y la de los productos manufacturados de baja intensidad tecnológica no pasa el 4% anual, mientras que le de los productos con alta tecnología y servicios aumenta hasta 15% anual.

Si bien es cierto que el endeudamiento creciente y la insolvencia crónica de los países subdesarrollados de la América Latina, del Africa, y de parte de Asia, se debe a una producción primaria y manufacturera de muy bajo contenido tecnológico que no tiene ventajas competitivas en la moderna economía global, esta realidad, es solo el resultado visible del verdadero problema, que esta oculto y que consiste en la colosal miseria científico-tecnológico de las sociedades latinoamericanas, africanas y en parte asiáticas.

En efecto, la cultura nacional, de casi todas las sociedades subdesarrolladas, esta preñada de conocimientos en humanidades, casi no se cultivan profundamente las ciencias exactas, biológicas, físicas, químicas y matemáticas, tampoco existe vocación por la experimentación, la investigación científica y menos aun por la invención y la innovación tecnológica. En consecuencia, todas estos países debido a sus culturas a-científicas son incapaces de darle rápidamente mayor contenido tecnológico a una exportación de muy baja intensidad tecnológica, que los empobrece. Así el endeudamiento y la insolvencia creciente de los países subdesarrollados, que aparecen y se enfoca como un problema económico, es en ultimo análisis, un problema cultural.

Hoy el desarrollo de la cultura científica y tecnológica de los países se calcula internacionalmente por el numero de científicos e ingenieros, por la cantidad de computadoras y por los gastos en investigación y desarrollo científico- tecnológico. Hoy solo el 10 % de todos los científicos e ingenieros del mundo se encuentra en los mal llamados países "en desarrollo" y casi todos ellos, el 7% se concentran en China, Taiwán, Corea del Sur y Singapur. América Latina solo cuenta con el 1,8% y el resto de Asia y Africa. tiene el 1,2%. Además todos los países subdesarrollados detenta tan solo el 10% de las computadoras e invierte unos 3 billones de dólares anuales en investigación y desarrollo científico tecnológico en comparación con los países desarrollados occidentales que invierten 220 billones anuales. Los 3/4 de estos gastos en investigación científica de los países subdesarrollados se efectúa en los países asiáticos mencionados. Entonces, no es una coincidencia que China, Taiwán, Corea del Sur y Singapur no tengan los problemas de endeudamiento que tiene los países latinoamericanos y otros subdesarrollados.
Como podemos apreciar, la región latinoamericana es un páramo cultural científico-tecnológico, no solo frente a países occidentales desarrollados, sino también frente a países asiáticos. En América Latina, por ejemplo, la cultura se identifica esencialmente con las humanidades, con lo histórico, lo social, lo jurídico, con la erudición en las letras, las artes, pero rara vez se identifica la cultura con la investigación en las ciencias naturales, físicas, biológicas, químicas y matemáticas. Se ama más el verbo que el experimento, la deducción que la inducción, la narración que la investigación, la letra que el logaritmo. Así, el discurso cultural latinoamericano es casi siempre, literario, histórico, jurídico, sociológico, casi no existe un discurso de las ciencias naturales y exactas, casi no hay artículos, revistas y debates científicos. En la cultura latinoamericana la realidad no se transforma por la experimentación sino por el verbo.

La América Latina, el Africa y gran parte del Asia, sin investigación, sin invención ni innovación, se entrampan cada vez en el subdesarrollo de la exportación no competitiva de minerales, azúcar, café, textiles, bebidas, conservas, y maquila. Son especies no aptas en una economía global darwinista que desecha cada vez mas las materias primas y los productos poco transformados y demanda cada vez mas bienes y servicios de sofisticado contenido tecnológico

Nunca sociedades a-científicas, con explosión demográfica urbana, entrampadas en una producción con bajo contenido tecnológico podrán dejar de pagar el tributo perpetuo de la deuda, mas aun si estas sociedades a-científicas subdesarrolladas están dominadas culturalmente por los patrones de consumo de las sociedades ricas. Hoy, los países subdesarrollados latinoamericanos, asiáticos y africanos quieren consumir como americanos y europeos pero no inventan ni innovan como americanos y europeos, en consecuencia, están siempre endeudados. Sin investigación, invención, ni innovación, las culturas a-científicas está condenadas entonces a endeudarse perpetuamente para importar el progreso material e intelectual que sin cesar produce la actual revolución tecnológica en las sociedades de consumo.

Si América Latina y en particular el Perú, no inicia una genuina revolución educativa, logrando que la curiosidad científica, la experimentación y la innovación sean parte de la cultura de las nuevas generaciones latinoamericanas y peruanas, nuestros países se iran convirtiendo, cada vez mas en Economías Nacionales Inviables(ENIs) con problemas crónicos de deuda e insolvencia y solo sobrevivirán en la sala de cuidados intensivos de la ayuda internacional.

Hoy tenemos que ser muy concientes que la humanidad esta ingresando a su tercer milenio como una sociedad planetaria dual, dividida entre una pequeña minoría que viven del conocimiento acumulado del desarrollo de la ciencia y la tecnología, y una gran mayoría sin cultura científica, que se empobrece porque solo vive de recursos naturales y de actividades de bajo contenido tecnológico. La primera investiga, inventan e innovan, la segunda paga deuda.

Oswaldo de Rivero
Nueva York, febrero de 2004

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