viernes, 29 de diciembre de 2017

25 AÑOS DE LA PURGA DE TORRE TAGLE  POR EL DICTADOR ALBERTO FUJIMORI
Oswaldo de Rivero

Por el Honor de Torre Tagle
Embj. (ret.) Oswaldo de Rivero

"El Servicio diplomático ahora tendrá que defender lo indefendible  ante una comunidad internacional donde el Perú aparece por este indulto espurio, como una republiqueta bananera. ¿Qué diplomáticos defenderá el indulto? ¿Serán purgados por el neofujimorismo de PPK los diplomáticos que se nieguen defenderlo?"


Una mañana como hoy, el 29 de diciembre  de 1992, 117 diplomáticos de carrera, desde la categoría de Embajador hasta la de Tercer Secretario, se enteraron con sorpresa y angustia  que habían sido cesados del servicio diplomático  sin saber  las razones de su cese.

La verdad es que debajo de este arbitrario cese no habia razón alguna. Fue un acto puro de maldad,  una suerte  de Pearl Harbor gratuito que le hizo a Torre Tagle el dictador japonés.

Al enterarme de esta acción infame protesté y renuncié públicamente como Embajador del Perú ante las ONU y los Organismo Internacionales con sede en Ginebra. Años más tarde, el gobierno de transición democrática del insigne Presidente Paniagua me llamó a la actividad, nombrándome embajador  del Perú ante las Naciones Unidas, y me encomendó presidir una Comisión Investigadora sobre el arbitrario cese. 

Durante la investigación, el Canciller de Fujimori, Oscar De la Puente, ya fallecido , me confesó arrepentido que la lista  negra de los 117 cesados la confeccionó en la residencia del Embajador Ricardo Luna, quien era el Embajador de Fujimori en los EEUU, quien  negó su participación en su elaboración,  pero como lo afirma Gustavo Gorriti,  defendió con ardor durante 9 años el golpe de Fujimori , hasta tal punto, que invento un sofisma para defender la dictadura diciendo, en una réplica al New York Times que,  "el golpe del 5 de abril de 1992 no fue un golpe estado sino un reajuste  temporal de las instituciones del Perú.”
Hoy  los 25 años de este  cese arbitrario coinciden con que el Canciller de PPK, sea  Luna, el ex embajador defensor de Fujimori en Washington, quien adema, durante esta crisis de vacancia, le pidió Kuczynski, que es, que renunciara sin el renunciar   primero.

También por coincidencia  a los   25 años  de la nefasta purga  de Torre Tagle coinciden  hoy con el nefasto  indulto,   que  el mentiroso presidente  Kuczynski  le ha dado al purgador del Servicio diplomatico, el reo Alberto Fujimori. Este indulto que es   negociación de no vacancia por impunidad, disfrazado de indulto humanitario, es hoy rechazado por Alto Comisionado de  los Derecho Humanos de la ONU, por Human Rights Watch y por Amnistia Internacional. La imagen internacional de este gobierno está por los suelos.

El Servicio diplomático ahora tendrá que defender lo indefendible  ante una comunidad internacional donde el Perú aparece por este indulto espurio, como una republiqueta bananera. ¿Qué diplomáticos defenderá el indulto? ¿Serán purgados por el neofujimorismo de PPK los diplomáticos que se nieguen defenderlo?  ¡Habrá que estar atentos!

Una lección de la purga de 1992 es que el  Servicio diplomático del Perú se descuidó y fue  pasivo. Ahora debe estar preparado para defenderse  con la Constitución  contra cualquier acto arbitrario que trate de destruirlo o menoscabarlo por no defender un indulto espurio que perdona crímenes de lesa humanidad. Un acto que es una violación de los tratados internacionales sobre los Derechos Humanos que han sido ratificados y son ley de Republica

Según el Tribunal Constitucional  la “Objeción de Conciencia” es un derecho de los ciudadanos peruanos que se deriva de la libertad de pensamiento que nuestra  Constitución defiende. Entonces  hoy existen  armas jurídicas con las cuales los miembros del Servicio diplomático se puede defender contra cualquier arbitrariedad.

Una  promoción de la Academia Diplomática lleva hoy  que el  nombre de José María Barreto, un diplomático que desobedeció órdenes injustas pros nazis que impedían salvar familias judías de los campos de concentración. Ese diplomático desobediente era mi abuelo. Yo también desobedecí y renuncien cuando cesaron a mis compañeros.