viernes, 14 de noviembre de 2008

La caida del Muro de Berlin y el desplome de Wall Street.

******************************************************************
FORUM TPSIPOL : RED DEMOCRATICA (RED)

COLUMNA RED
OSWALDO DE RIVERO
http://oswaldoderivero.blogspot.com/


DOSSIER

CRISIS FINANCIERA GLOBAL

La caida del Muro de Berlin y el desplome de Wall Street
Las consecuencias Geopoliticas.

14/11/2008
http://reddemocratica.blogspot.com/
Http://groups.yahoo.com/group/eleccion
*******************************************************************
(RED/GINEBRA)

La caida del Muro de Berlin y el desplome de Wall Street.

(*) Oswaldo de Rivero

Publicado en el Diario Le Monde Diplomatique en su numero del mes de noviembre . Artículo enviado por el autor para su publicación en la Red Democratica. Cualquier referencia a esta información, se agradecera mencionar las fuentes.

Arts. Rels.
Reflexiones al pie de la crisis
http://conexionlima.blogspot.com/

C. Gayoso
Editor

______________________________________________________

-1-

DOSSIER : Crisis financiera global

La caida del Muro de Berlin y el desplome de Wall Street.

(*) Oswaldo de Rivero

---------------------------------------------------------------

(RED-Ginebra)

Cuando el muro de Berlín fue demolido no existía ningún banco privado en la Unión Soviética. Hoy existen muchos en Rusia, mientras que en Estados Unidos, se acaban de cuasi-nacionalizar importantes bancos e instituciones financieras. Esta inimaginable situación es una gran jugarreta que la historia la ha hecho a todos los que pretenden conocer su marcha. Por eso podemos estar seguros que la inestabilidad y el desorden internacional que se inició con la caída del muro de Berlín no han cesado con el desplome de Wall Street.


Poco después del colapso de la Unión Soviética, el agudo ex –Director del Instituto soviético de Estados Unidos y Canadá, Georgi Arbatov, dijo que el peor daño que la URSS la había hecho a los Estados Unidos es haberlo privado de un enemigo. (1) La actual situación parece confirmar este vaticinio. Sin enemigo, la administración Bush, sus asesores neoconservadores, los generales del Pentágono y los banqueros de Wall Street se creyeron los “Masters of Universe”, buscando la supremacía militar perpetua y la dominación financiera global.

Con la administración Bush, el Pentágono se volvió mas poderoso que nunca, inclusive comenzó a dictar la agenda ilegal de la guerra preventiva y continuó armando a los Estados Unidos con una gama de costosas armas, en estado de arte, para lograr la supremacía militar frente a cualquier potencia, pero que al final no sirvieron para luchar en el conflicto asimétrico contra el terrorismo. Además, enredaron a los Estados Unidos en una guerra equivocada en Irak, que hoy lo está física y financieramente desangrando.

Al mismo tiempo, los banqueros de Wall Street se lanzaron a inventar una gran variedad de productos financieros complicados que convirtieron a Wall Street y el sistema financiero internacional en un colosal casino que hoy ha colapsado con un costo aproximado 2,8 trillones de dólares,(2) afectando inclusive a millones de personas que nunca jugaron en él, como es el caso de los nuevos 20 millones de desempleados que la Organización Internacional del Trabajo calcula que habrá en el 2009 como consecuencia de la crisis financiera global.(3)


Falta de mercado y exceso de mercado


La degradación militar y financiera norteamericana, hace pensar, no solamente en el vaticinio de Georgi Arbatov sino también en lo que dijo una vez el físico nuclear Leo Szilard, de que las dos superpotencias no podían vivir la una sin la otra, que el colapso del imperio soviético llevaría al colapso al imperio americano. La cierto es que esto todavía no ha sucedido. Sin embargo, si examinamos el colapso de la URSS y actual deterioro del poder geopolítico norteamericano vemos que ambos tienen relación con el mercado. El muro de Berlín se derrumbo por falta de mercado y Wall Street se ha desplomado por exceso de mercado. El primero fue consecuencia de un sistema de planificación central que quiso suplantar el mercado y terminó planificando la escasez. El segundo fue el resultado de una desregulación del mercado que llevó a una especulación de productos financieros complicados y nada transparentes que terminaron por hundir a todo el mercado financiero global.

Sin embargo, la gran diferencia entre ambos derrumbes, es que el muro de Berlín se llevó consigo y para siempre las economías central planificadas e hizo colapsar a la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia, mientras que el desplome de Wall Street no significa el fin de la economía de mercado, sino de una forma extrema de ésta (las finanzas desreguladas) y además no ha hecho colapsar a los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.

Hoy no existe ningún instrumento económico que pueda reemplazar el intercambio monetario de bienes y servicios que efectúa el mercado. Puede haber diferentes formas de capitalismo, según como se regula o no se regula el mercado, pero el mercado no es producto del capitalismo, sino al revés, porque es un instrumento económico inventado mucho antes de Jesucristo, quien en su tiempo expulsó mercaderes que ya existían del Templo y también usó la moneda del Cesar.

La caída del muro de Berlín hizo desaparecer a la URSS como una superpotencia global e hizo regresar a la escena mundial a Rusia como una potencia regional euroasiática. Según Putín fue un enorme cataclismo geopolítico. En cambio, el colapso de Wall Street es un gran temblor geopolítico, que no llega convertir a los Estados Unidos en una potencia regional, pero que es suficientemente fuerte para degradar totalmente su poder unipolar global.

En efecto, el desplome de Wall Street y la severa recesión que le seguirá afectará el poder estratégico-militar de los Estados Unidos que ya se encuentra degradado por el fracaso de la ocupación y la reconstrucción nacional de Irak y de Afganistán como estados viables y democráticos. También la crisis financiera y la recesión económica harán más difícil el mantenimiento de las 700 bases militares que tiene los Estados Unidos para proyectar su poder global. (Ver recuadro: “Una Superpotencia en Bancarrota”)

El desplome de Wall Street también ocurre cuando la administración Bush ha demolido el softpower (poder ideológico) americano. La promoción de los derechos humanos y de la democracia que eran las bases de la ideología americana se encuentra hoy por los suelos, después de los escándalos de Abu Ghraib, de Guantánamo, de la práctica de la tortura y de las famosas “renditions”, es decir, el secuestro de sospechosos de terrorismo para enviarlos a interrogar en países no muy amigos de los derechos humanos. Esta destrucción del softpower de los Estados Unidos se acrecentará aún más con el rescate de los bancos de Wall Street porque ello demuestra que los Estados Unidos no practica la ideología neoliberal que predica.

Con la crisis financiera global, el mundo comienza a darse cuenta que el neoliberalismo es un falso liberalismo, que los mercados financieros no se autocorrigen, que necesitan regulación para no convertirse en armas económicas de destrucción en masa. Pronto también la gente común y corriente se dará cuenta que el neoliberalismo es también un falso liberalismo comercial. La crisis, la recesión mundial y las tendencias proteccionistas que surgirán, revelarán que el libre comercio se practica en un solo sentido. Que los únicos que han liberado su comercio son los países en desarrollo, a través de ajustes del FMI y tratados de libre comercio, mientras que los Estados Unidos, la Unión Europa y toda la OCDE gastan cientos de billones de dólares en subvencionar a su agricultura, a cientos de ramas industriales y protegen con exceso la propiedad intelectual. Entonces, muchas personas se preguntarán por qué los radicales de izquierda atacan un libre comercio global, que en verdad no existe.


El desorden y la inestabilidad apolar


Así como el derrumbe del muro de Berlín cambió el poder mundial de bipolar a unipolar, la grave crisis financiera y la recesión global van a terminar con el poder unipolar americano y van a abrir una nueva era geopolítica apolar, donde ni los Estados Unidos ni ninguna otra gran potencia, tendrán capacidad estratégica para controlar una anarquía internacional creciente y establecer un nuevo orden mundial. (4)

El sistema unipolar esta siendo reemplazado por un sistema apolar y no por uno multipolar, como algunos lo creen, porque para que exista multipolaridad es necesario que las potencias mas poderosas, los Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido y Francia se repartan el poder mundial, o caso contrario, luchen, entre ellas, por él. Nada de esto está ocurriendo. Hoy los Estados Unidos no puede dominar el mundo y sus aliados, la Unión Europea y el Japón, están muy lejos de poder hacerlo, al contrario, necesitan ser protegidos por los Estados Unidos en caso de que tengan problemas con Rusia y China, las cuales, después de remplazar el comunismo por un capitalismo autocrático, no compiten contra los Estado Unidos por el dominio del mundo. China solo quiere que los Estados Unidos no se inmiscuyan en los problemas del Tibet y Taiwan. Rusia quiere exactamente lo mismo, frente a las ex–republicas soviéticas que ella considera su zona de influencia.

Así, el mundo, sin sistema unipolar ni multipolar, marcha hacia la apolaridad. Estados Unidos no es mas el Sheriff de la aldea global y nadie puede reemplazarlo. Estamos presenciando el nacimiento de una nueva era geopolítica, donde todas las grandes potencias brillan por su impotencia frente a un mundo caótico y fragmentando por la pobreza, el terrorismo, las guerras civiles, el genocidio, las limpiezas étnicas, el tráfico de drogas, de armas y personas.

Esta nueva era apolar, que ahora la crisis financiera y la recesión mundial propulsaran con vigor, podrá originar situaciones geopolíticas específicas como las que se enumeran a continuación:

-Fin de la diplomacia unilateral de los Estados Unidos a través de una estrecha coordinación con sus aliados y con otros estados.

-Retiro de los Estados Unidos de Irak dentro de unos 18 meses y concentración de más fuerzas en Afganistán y en la frontera de éste con Pakistán. Intensificación de la guerra con los Talibanes y sus aliados tribales. (Barak Obama)

-Consolidación de la alianza chiíta, entre los gobiernos de Irak e Irán, después de la desocupación americana. Posibilidades de guerra civil con los sunnis y los kurdos.

-Continuación de las dificultades para una paz entre Israel y la Autoridad Palestina debido a divisiones entre los palestinos y dentro del Gobierno de Israel y sobre todo por la perdida del poder de persuasión de los Estados Unidos en el Medio Oriente

-Mayor uso de mercenarios por los Estados Unidos en sus operaciones militares.

-Fortalecimiento de la influencia rusa sobre su entorno ex-soviético y de la China sobre el Tibet.

-Continuación de la proliferación nuclear en Irán y posiblemente en otros estados.

-Dificultades en la defensa y promoción de los derechos humamos y de la democracia en Rusia, China y otros países con regimenes autocráticos y autoritarios del Africa, Asia y el Medio Oriente.

-Retorno de los Estados Unidos a América Latina para consolidar aliados democráticos e intensificar con los ejércitos latinoamericanos la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia.

-Incremento de las guerras étnicas, religiosas y políticas y del colapso de países pobres en entidades caóticas ingobernables (ECIs) principalmente en Africa y otras regiones subdesarrolladas. Aumento de las violaciones masivas de los derechos humanos y de los crímenes de lesa humanidad.

-Aumento notable de la delincuencia global, del tráfico de drogas, de armas y de personas.

-Degradación de las operaciones de paz de las Naciones Unidas por indiferencia o desacuerdos entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y también por falta de recursos debido a la crisis económica global.

En conclusión, el derrumbe del muro de Berlín y el desplome de Wall Street han mostrado que las concepciones ideológicas, en contra y a favor del mercado, como las que inspiraron la planificación central que quiso suplantarlo y las que inspiraron la supuesta mano invisible que lo dirige y lo corrige son falsas, peligrosas y sobre todo, éticamente inaceptables. La primera porque solo funciona bajo el totalitarismo y la segunda porque predica que la suma de todos los egoísmos crea la prosperidad. En último análisis, la caída del socialismo real y el desplome del capitalismo financiero desregulado son el resultado de una decadencia moral que ha despojado de contenido ético a las actividades económicas y ha abierto una era geopolítica apolar, llena de inestabilidad y violencia.

Ginebra, 30 de octubre del 2008

NOTAS.

1.- William Pfaff. Herald Tribune. 3 octubre 2008.
2.- BBC News. 28 noviembre 2008.
3.-Informe del Director General. Organizacion Mundial del Trabajo. Website OIT. 28 Noviembre 2008.
4.-Oswaldo de Rivero. Potencias sin Poder. Que Hacer 153. Marzo-abril 2005
(*) Ex embajador del Peru ante las Naciones Unidas

Can economic growth be reconciled with sustanaible development ? (English Version )

**************************************************************
FORUM TPSIPOL : RED DEMOCRATICA (RED)
ESPECIAL
PARA LA RED DEMOCRATICA


Can economic growth be reconciled with sustanaible development ?
On a knife-edge between climate change and Millenium Development goals

30/06/2008
Http://groups.yahoo.com/group/eleccion **************************************************************
(RED)/ Ginebra

Oswaldo de Rivero
http://oswaldoderivero.blogspot.com/

Arts. rels.

(1) En ingles : http://groups.yahoo.com/group/eleccion/message/25152
(2) Conferencia Desarrollo Sustentable en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra http://eadi.org/gc2008/
(3) http://community.eldis.org/.5995c74a
(4) http://www.gc2008.net/blog/

CAN ECONOMIC GROWTH BE RECONCILED WITH SUSTAINABLE DEVELOPMENT? ON A KNIFE-EDGE BETWEEN CLIMATE CHANGE AND MILLENIUM DEVELOPMENT GOALS
26/6/2008


I don’t think that economic growth can be reconciled with sustainable development in the near future and possibly not for many decades. I wish it could but it cannot. In fact, we use the term sustainable development very easily. In reality, we are using an oxymoron, because sustainable development is not yet possible since all the production of goods and services in the global economy, utilizes fossil fuels, and these polluting energies will not easily be replaced.

Today, more than 75 per cent of energy used globally is made up of oil, coal and gas and our civilization is far from being able to do without these energies which are highly polluting and emit large quantities of greenhouse gases. Renewable energies, which would make sustainable development possible, are certainly not just around the corner.

To date, there is not one single form of renewable energy that could be used to replace the almost 90 million barrels a day of oil needed, to generate the 320 billion kilowatts/hour required, to produce the 58 trillion dollars of goods and services by the global economy.

However, the problem with achieving sustainable development is not only to replace fossil energy in order to stop global warming but is, above all, to change our patterns of consumption, which are polluting our cities, oceans, lakes, rivers and destroying forests and bio diversity.

Today the global model of consumption is what I call the “California Model.” It consists of an unsustainable urban expansion over agricultural land, which consumes more and more water, food and oil, whose principal economic activity is “shopping” and where the private automobile is the king. This is a model that produces enormous amounts of emissions of carbon dioxide and garbage.

Following the California Model, our urban civilization has gone beyond the footprint of the human species on the planet. This footprint should be, as a maximum, the use of 1.8 hectares of the earth’s resources per person but now it is 2.2 hectares. Therefore we are 25 per cent overdrawn on the sustainable use of the planet’s resources.

What would happen if all the 5.5 billion inhabitants of the poor countries were provided with 5.5 billion credit cards, so that they could consume like the people of the rich countries? According to Professor Jared Diamond, the one billion inhabitants of the rich countries consume 32 times more than the 5 billion of the poor countries. Therefore if these 5.5 billion were to consume as much as the populations of the rich countries, it will be as if the world population ballooned to 72 billon people. A number, which the planet simply cannot sustain. We would have to buy one o two more planets.

So, if we want sustainable development we have to change our patterns of consumption and this change must be focused, first of all, in the rich consumer societies that are today transmitting, through publicity and global trade, the California Model to hundreds of millions of people around the world.


The Report of the organization, Millennium Ecosystem Assessment, carried out by some 1,300 experts from 95 countries, concludes that over the last 50 years in order to satisfies our consumption patterns the growth of the GDP (Gross Domestic Product) in particular in the industrial countries, has degraded ecosystems more rapidly and extensively than in any other period in history. The GDP grows but the planet doesn’t grow.

To change our consumption patterns we cannot continue with the fiction of interpreting an annual rise in GDP, that destroys non-renewable natural resources, as an increase in nations’ wealth. However, the World Bank, the IMF, even the United Nations itself, and the majority of economists and politicians venerate the annual growth of GDP as the indicator of development and happiness. This worship of the destruction of our own habitat is as illogical as venerating the growth of a cancerous cell, which also grows destroying its own organism. Perhaps, the future generations in the next millennium, when they study the way of consumption of our civilization, will classify GDP as the indicator of our barbarism.

For example, the rate of growth of the GDP of China is glorified as a paradigm of development. The majority of the international media only describe the China of the economic miracle, but the reality behind this miracle is that the urban population in China grows at an incredible rate of some 29 million every year, in a context where a third of the land suffers from erosion and is unfit for agriculture, where 75 per cent of the rivers and lakes are contaminated, and where 90 per cent of underground water sources are also polluted. Today 400 Chinese cities suffer from water shortages and almost all of them suffer, in addition, from some of the most polluted air in the world, which, according to the World Bank, causes almost 400 thousand premature deaths every year.

The catastrophic situation of the environment in China has triggered hundreds of thousands of unexpected protests. Concerned by this new social protest, the Communist Party of China adopted a “Green” GDP, which would discount from growth the costs of the destruction of non-renewable resources. This new GDP was never applied because it would imply admitting that the average growth of China over the last twenty years (1985 – 2005) was not 8 per cent but only 5.8 per cent.

Fortunately, there are researchers who seek a different calculation from that of GDP. In 1989, Professors Herman Daly and John Cobb of the University of Maryland, created the Index of Sustainable Economic Welfare (ISEW), which discounts from the GDP air pollution, destruction of agricultural land and the deterioration of the ozone layer. This index, applied to the economic growth of the United States, demonstrated that the per capita income of the American people had dropped by ten per cent since 1976.
Another new indicator known as the Genuine Progress Indicator (GPI) was created in 1995 by the NGO Redefining Progress. This indicator also discounts the external costs caused by the destruction of non-renewable resources, such as air pollution, the depletion of energy due to traffic congestion and also the costs of crime. In the light of this new indicator, the GDP of the United States that, according to the statistics grew by 56 per cent for the period of 1982 – 2002, in reality only grew by 2 per cent.
Recently, President Nicholas Sarkozy ser up a Committee of Experts, with the cooperation of Nobel Prize winners Joseph Stiglitz and Amartya Sen, to change the way French GDP is calculated. The purpose is to include quality-of-life factors,
The idea of replacing the unsustainable GDP is advancing. More groups of experts are working on this issue and I think that the academic centres, which study development, also need to adopt a critical attitude towards the unsustainable GDP and investigate alternatives.
With regard to Millennium Development, I consider that its principal Goals are not in fact Development Goals, because the reduction by half of the number of those who live on our planet with one dollar a day, as well as the number of those who suffer hunger, does not constitute development, but rather damage control of human misery. Raising the miserable income from 1 dollar to 2 dollars a day is not development, because those who earn 2 dollars are still living in poverty, even those who earn 3, 4, and 5 dollars a day are still poor, particularly now that the prices of food and fuel have increased.

When these Millennium Development Goals were reviewed, I was Ambassador to the United Nations in New York. During this review, I maintained that the principal Millennium Development Goals were not laying the foundations for a process of sustainable development, because they do not include a coherent strategy to correct the dangerous imbalance that exists today between the growing urban population in the developing countries and their decreasing access to water, food and energy.

Since the dawn of humanity, the fundamental balance for a civilization to survive is that the size of the population does not exceed the decisive resources available to sustain life, such as water, foodstuffs and energy. This balance is what I called, in my book the Myth of Development: the “Physical and Social Balance”. All civilizations have been dependent on having sufficient water, food and energy for their population, and when they do not, they collapse. However, the Millennium Development overlooked this and left the invisible hand of the market to look after the physical and social balance. Today we can see the consequence of that, reflected in the global food and energy crisis.

At the beginning of the twenty-first century, the growing physical and social imbalance between food, energy, water and the growing urban population of the poor countries is like a socio-political seismic fault line, which can cause a series of tremors followed by the cataclysm of the national disintegration of many poor countries.

However, this physical and social imbalance has been ignored not only in the Millennium of Development but also in the national agendas of the developing countries. The majority of the Governments of these countries, overwhelmed by their external debt, have dedicated their policies more towards complying with the adjustments forced on them by the IMF and the World Bank, than addressing a physical and social imbalance which could convert their countries into non-viable nation states.

Most of national, as well as international technocrats never address the possibility of the non-viability of nation states. The discussion of this issue is taboo, because they still live under the influence of more than half a century of the myth of development, which predicates that all underdeveloped nation states will one day become developed nations, prosperous consumer societies with instant gratification, like a mirror image of the industrialized consumer societies.

In the actual ecological situation of the world, we need to free ourselves from the myth of development, to abandon the search for El Dorado. We need to replace the elusive agenda of the richest of the nations with an urgent agenda for the survival of nations. Today, the priority must be to stabilize the growth of the urban population and increase access to water, food and renewable energy to ensure that urban life in the poor countries is not converted into an ecological hell.

The achievement of this physical and social balance is not related to any ideology. Therefore, it should be possible to agree on a “National Pact for Survival” among all the political actors in any developing country where the urban population is exploding and there are alarming symptoms of water, food and energy insecurity.

These National Pacts for Survival should emerge from a wide-ranging national dialogue and democratic exchange between the government, political parties, business managers, workers, the academic community and civil society. Only an ongoing democratic exercise of this nature can help to overcome the challenges posed by the physical and social imbalance and in this way prevent many developing countries from becoming non-viable nation states.

Thank you very much.
Oswaldo de Rivero

martes, 11 de noviembre de 2008

Crecimiento economico y desarrollo sustentable.(Junio 2008).

******************************************************************

FORUM TPSIPOL : RED DEMOCRATICA (RED)

ESPECIAL
PARA LA RED DEMOCRATICA

Puede el crecimiento economico reconciliarse con el desarrollo sostenible ?

On a knife-edge between climate change and Millenium Development goals

30/06/2008
Http://groups.yahoo.com/group/eleccion ******************************************************************
(RED)/ Ginebra

Oswaldo de Rivero
http://oswaldoderivero.blogspot.com/

Arts. rels.
(1) En ingles : http://groups.yahoo.com/group/eleccion/message/25152

(2) Conferencia Desarrollo Sustentable en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra http://eadi.org/gc2008/

(3) http://community.eldis.org/.5995c74a

(4) http://www.gc2008.net/blog/

Traducción del original en inglés


INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS INTERNACIONALES
Y DESARROLLO UNIVERSIDAD DE GINEBRA

Conferencia

Embajador Oswaldo de Rivero

¿PUEDE EL CRECIMINETO ECONOMICO RECONCILIARSE CON EL

DESARROLLO SOSTENIBLE?

26/6/08


Yo no pienso que el crecimiento económico puede ser hoy sostenible. Ojalá fuera así, pero no lo es. Muy fácilmente usamos el término desarrollo sostenible, pero lo que estamos usando, no es otra cosa, que un oximoron. El desarrollo sostenible no existe por la sencilla razón de que casi toda la producción de bienes y servicios de la economía global se hace con energías fósiles no renovables y contaminantes, que están muy lejos de ser remplazadas.

Más del 75% de la energía utilizada globalmente esta compuesta por energías fósiles, petróleo, carbón y gas, nuestra civilización esta muy lejos de superar estas energías contaminantes. Lo más que se puede hacer ahora es reducir más radicalmente sus emisiones. Las energías renovables que harían posible un crecimiento sostenible del PNB no están a la vuelta de la esquina. Hoy el petróleo es el rey y no tienen como heredera a ninguna energía renovable que lo suceda en su trono.

Existe mucho entusiasmo sobre el hidrogeno pero este elemento no es una energía en si misma como para ponerla directamente en el tanque de gasolina del auto porque se encuentra siempre mezclado con el oxigeno en el agua. Para separarlo se necesita mucha energía fósil. Otra posibilidad es la energía de fusión del plasma del hidrogeno, esta energía seria como encontrar el Holy Grail y comenzar a producir la energía del Sol en la misma Tierra, pero no es tan fácil, todavía es muy cara se necesitan muchos años mas de investigación y billones de dólares.

La energía solar y la eolica se han desarrollado mucho últimamente en los países industrializados pero el problema que ambas tienen es todavía el costo, la dimensión de sus instalaciones y sobre todo el almacenaje del surplus de la energía para los días sin sol ni viento. Los biofuel son es también otra posible alternativa pero esta probado que usar alimentos para los automóviles no ha sido una buena idea y además para que esta energía pueda reemplazar al petróleo se necesitaría doblar la tierra agraria disponible algo que seria ética y políticamente inaceptable.

Hoy no existe todavía una sola energía renovable capaz de reemplazar los casi 90 millones de barriles diarios de petróleo que se necesitan para generar los 320 billones de kilowats-hora para producir anualmente los 54 trillones de dólares en bienes y servicios de la economía global.

Las energías fósiles solo se podrán reemplazar, solo en parte, por una combinación de energías renovables que sea más económicas y se pueda almacenar como los hidrocarburos pero para llegar a ello se necesita todavía muchos años de investigación, billones de dólares y sobre todo voluntad política de los gobiernos con mas avanzada ciencia porque no serán las fuerzas del mercado solas las que van solas a reemplazar los hidrocarburos. La experiencia ha demostrado que la reciente revolución tecnológica lograda con la comunicación por satélite, los circuitos integrados, los computers e Internet fueron productos de politicas del estado durante la competencia militar de la guerra fria.

Hoy día, una economía global movida por el uso intensivo de las contaminantes energías fósiles que recalientan el planeta ha puesto a nuestra civilización en uno de los más serios dilemas que jamás haya experimentado. En efecto, un bajo consumo per capita de energías fósiles lleva a la inviabilidad económica de una nación, pero un alto consumo per cápita por todas las naciones lleva a la inviabilidad de nuestra civilización. Por primera vez, el dilema de la energía ha puesto a la ecología en el centro del destino, no solo de los países, sino de toda la humanidad.

En efecto, hoy para conocer donde va nuestra civilización necesitamos conocer más ecología que economía. La ciencia económica fue la que dominó una civilización productora de humo que comenzó hace 200 años y que hoy esta ecológicamente agotada. Ahora la ecología comienza a ser la ciencia de una civilización sostenible, todavía lejana, que nos dice que no solo necesitamos nuevas energías renovables para sobrevivir sino que, sobre todo, necesitamos cambiar nuestros patrones de consumo.

Hoy, el patrón de consumo global es lo que yo llamo, en mi libro el Mito del Desarrollo, el “modelo California.” Consiste en una expansion urbana insostenible sobre tierra agricola, que devora cada vez más agua, alimentos y energía, cuya actividad económica principal es “shopping” y donde el automóvil privado es rey. Un modelo que produce una enorme cantidad de emisiones de dióxido de carbono que recalienta el planeta y insostenibles montanas de basura y desperdicios tóxicos.

Replicando globalmente el modelo California nuestra civilización urbana han excedido la huella de la especie humana sobre el planeta. Esta que debería ser como máximo el uso de 1.8 hectáreas de los recursos no renovables de la Tierra por persona, es ahora, de 2,2 hectáreas. Estamos así 25% sobregirados sobre el uso sostenible del planeta.

Que pasaría si les diéramos 5 mil millones de tarjetas de crédito a todos los habitantes de los países pobres para que consuman como los 1000 millones de habitantes de los países ricos. Según el profesor Jarred Diamond los habitantes de los países ricos consumen 32 veces mas que los de los países pobres por lo tanto si estos consumen como los habitantes de los países ricos, ello equivaldría ecológicamente a tener una población mundial de 72 billones, algo que el planeta no pueda sostener, tendríamos que comprarnos otro.

Entonces, si queremos desarrollo sostenible, no solo tenemos que cambiar el patrón de energía sino que además tenemos que cambiar nuestros patrones de consumo. Este cambio debe ser hecho sobre todo en las sociedades ricas de consumo de los países industrializados que son las que están hoy día trasmitiendo el insostenible modelo California, a través de la publicidad y del comercio global, a ciento de millones de personas alrededor del mundo.

Sin embargo, cambiar los patrones de consumo del modelo California es extremadamente difícil, porque los pobres aspiran vivir como los ricos, que ya viven como californianos. Cambiar las aspiraciones de los pobres y el estilo de vida de los ricos no es nada fácil porque implica, mas que una revolución sociopolítica, una revolución ética personal que nos permita ejercer un autocontrol sobre el deseo de nuestro ego de poseer y consumir los objetos materiales que tienen otros y los nuevos que crea sin tregua la publicidad y el mercado.

Tal vez comenzaremos a cambiar nuestros patrones de consumo como resultado del incremento notable, en las próximas décadas, de los precios de la energía, del agua, de los alimentos y forzados ante los grandes desastres ecológicos, sequías, hambrunas, huracanes, mega-incendios forestales, desaparición de glaciales y aumento del nivel de los mares como consecuencia del recalentamiento del planeta. En todo caso, la historia nos enseña que el homo sapiens solo cambia éticamente como consecuencia de grandes sufrimientos y tragedias.

Según el estudio de la organización “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, llevado a cabo por 1,300 expertos de 95 países, revela que el 60 % de los ecosistemas que permiten la vida sobre la Tierra se están degradando porque se usan de manera no sostenible. Este estudio concluye que en los últimos 50 años el crecimiento del PNB para mantener los patrones de consumo, particularmente en las sociedades de consumo desarrolladas ha deteriorado los ecosistemas de manera más rápida y profunda que en cualquier otro periodo de la historia. El PNB crece pero el planeta no crece.

No se puede seguir con la ficción de interpretar un crecimiento anual del PNB, que depreda los recursos naturales no renovable y que usa el medio ambiente como una materia prima como un aumento de la riqueza de las naciones. Sin embargo, el Banco Mundial, el FMI y las mismas Naciones Unidas y la mayoría de los economistas y políticos veneran este crecimiento como el indicador del desarrollo y de la felicidad. Esta veneración de la destrucción del propio hábitat es un pensamiento tan ilógico como venerar el crecimiento de la célula cancerosa, que crecer también destruyendo su propio organismo Tal vez las futuras generaciones en el próximo milenio, cuando estudien el modo de producir y consumir de nuestra civilización, clasificaran al PNB como el indicador de nuestra barbarie.

A pesar de esta realidad, por ejemplo, hoy se presenta a la China por su alto crecimiento de su PNB, como un ejemplo de desarrollo para todos los países del mundo. Hoy la mayoría de las noticias internacionales solo describen el milagro económico chino pero no dicen casi nada del desastre ecológico sin precedentes en que esta sumergida la China.

La realidad detrás del milagro es que la población urbana de China crece a la increíble tasa de unos 30 millones al año dentro de un hábitat, donde un tercio del suelo sufre erosión y esta inhabilitado para la agricultura, donde el 75% de los ríos y los lagos están contaminados, donde el 90% de las fuentes subterráneas del agua esta contaminadas. Hoy existen 400 ciudades chinas tienen escasez de agua y casi todas ellas sufren además una de las peores contaminaciones del aire y del agua en el mundo que causa casi 400 mil muertes prematuras al año, según el Banco Mundial.

La mega-devastación del medio ambiente que produce el milagro chino ha terminado siendo el fulmínate de ciento de miles de inesperadas protestas sociales. Preocupado por el incremento de las protestas, el partido comunista chino elaboro un “PNB GREEN” donde se descontaría del crecimiento, los costos de los recursos no renovables. Este índice verde de crecimiento no se llego aplicar porque si se hubiera hecho, se hubiera tenido que admitir que el crecimiento promedio del PNB de la China, durante los últimos 20 años (1985-2005) no hubiera sido de cerca del 10 %, porque se le habría tenido que descontar, según el Banco Mundial, un 5,8% por costos ecológicos. Seria entonces de solo un promedio anual del 4,2%.

Felizmente hoy existen investigadores que buscan otro cálculo diferente al del PNB. Dentro de este nuevo enfoque de la riqueza de las naciones los profesores Daly y Cobb, crearon en 1980 el Index of Sustainable Economic Welfare que descuenta del PNB la contaminación del aire, la destrucción de tierras agrícolas y el deterioro de la capa de ozono. Este index aplicado al crecimiento económico de los Estados Unidos demostró, que la renta per-capita de los americanos había bajado un 10% desde 1976. Otro grupo no gubernamental norteamericano ha creado un nuevo indicador llamado Indicador de Riqueza Genuino (IRG). Esta medida descuenta también, los costos externos provocados por la destrucción de los recursos no renovables, como la contaminación del aire, el desperdicio de energía por la congestión del tráfico automotriz y también los costos de la delincuencia. Según este nuevo indicador el PNB de los Estados, que según las estadísticas, creció en 56%, entre 1982-2002, sólo habría crecido 2% en la realidad.

La idea de remplazar el insostenible índice del PNB esta progresando. Mas grupos de expertos están trabajando en ello, pero es necesario que los centros académicos que se ocupan del desarrollo tengan también una actitud critica sobre el crecimiento insostenible del PNB. Recientemente, el Presidente Nicolás Sarkozy ha establecido un Comité de Expertos con la cooperación de los economistas ganadores del Premio Nobel, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, para cambiar la manera como se calcula el PNB de Francia. El propósito es incluir factores sobre la calidad de la vida.

En cuanto al Milenio para el desarrollo, yo considero que sus meta princípial no es en realidad una meta de desarrollo porque reducir a la mitad el número de los que viven en el planeta en extrema pobreza, con un dólar diario no es hacer desarrollo, sino controlar del daño que causa la miseria mundial. Hacer que los más pobres pasen de un dólar a ganar 2 dólares diarios no es desarrollo porque siguen siendo muy pobres los que ganan 2, dólares, inclusive los hoy los que ganan 3, 4 y hasta 5 dólares diarios, ahora que han subido los alimentos y la energía.

Cuando se revisaron estas metas del milenio yo estaba como Embajador en las Naciones Unidas, esta revisión coincidió con la publicación de mi libro el Mito de Desarrollo en Nueva York que fue considerado en la UN como una obra iconoclasta por unos y realista por otros. Yo sostuve durante la revisión de las metas del Milenio que sus metas no estaban dirigidas ni siquiera a crear los fundamentos para un proceso de desarrollo sustentable porque no contenía una estrategia coherente para destruir el desequilibrio que existe hoy entre la creciente población urbana de los países pobres y la disponibilidad de agua, alimentos y energía.

Los tecnócratas que diseñaron el llamado Milenio para el Desarrollo no se dieron cuenta, que desde la aurora de la humanidad, el equilibrio fundamental para que una civilización sobreviva es que la población no sobrepase la disponibilidad de recursos decisivos para la vida como el agua, los alimentos y la energía. Esto equilibrio es lo que ya denomino, en el Mito del Desarrollo: “Equilibrio Físico-Social”. Todas las civilizaciones han dependido de tener suficiente agua, alimentos y energía para la población, cuando no lo lograron colapsaron. Sin embargo, la tecnocracia olvidó esto y dejó que la mano invisible del mercado se ocupara del desequilibrio físico social. Hoy podemos ver las consecuencias con la crisis alimentaria y energética global

Hoy la gran amenaza a la estabilidad internacional era el desequilibrio físico-social que se esta formando en el mundo entre la expansión de la población urbana planetaria en los países pobres y la disponibilidad de agua, alimentos y energía. En el año 2020, la población de los países pobres alcanzara unos 6 600 millones y será casi totalmente urbana. Salvo que exista una caída brutal y sin precedentes de la tasa de natalidad y sobre todo de la migración rural y un aumento también sin precedentes de la disponibilidad de alimentos, agua y energía una gran parte de la población del mundo vivirá en un desequilibrio físico- social urbano, en caóticas ciudades y megalópolis con millones de pobres y desempleados, mal nutridos, rodeados de contaminación, turbulencias sociopolíticas y violencia.

Al comenzar el siglo XXI, el creciente desequilibrio físico-social entre alimentos, energía, agua y población urbana constituye una falla sísmica sociopolítica que pueden causar una serie de temblores y luego el cataclismo de la desintegración nacional. Sin embargo, el desequilibrio físico-social fue ignorado en las agendas nacionales de los Estados subdesarrollados. En la mayoría de los Gobiernos de estos países ha existido una total despreocupación sobre el crecimiento de la población urbana y las disponibilidades futuras de agua, energía y alimentos. Durante los últimos 20 años agobiados por la deuda se dedicaron mas a obedecer los ajustes que les dictaban el FMI y el Banco Mundial que atender el creciente desequilibrio físico-social que ahora los pude volver estados naciones inviables.

Las tecnocracias nacionales y también las internacionales jamás discuten sobre la inviabilidad nacional y sobre los problemas de la supervivencia de los mal llamados países en desarrollo. Estos temas son una suerte de tabú nacional e internacional porque se vive todavía bajo la influencia de mas de medio siglo del mito del desarrollo, según el cual, todos los estados naciones subdesarrollados van a ser un día Estados Naciones desarrollados, sociedades prosperas de consumo y gratificación instantánea a la imagen y semejanza de las sociedades industrializadas y las sociedades de gran consumo.

La verdad es que, luego de mas de cincuenta años de teorías y políticas de desarrollo, la renta per-cápita real en mas de setenta países, mal llamados en desarrollo, es inferior a la que tenían hace veinte años. En una población de 5,5 mil millones en el mundo subdesarrollado, existen más de 4,000 millones que sobreviven con tan solo dos o tres dólares diarios y más de 1,000 millones con menos de un dólar diario. Esta realidad invita a liberarse del mito del desarrollo, a abandonar la búsqueda de El Dorado y reemplazar la elusiva agenda de la riqueza de las naciones por la agenda urgente de la supervivencia de las naciones más aun ahora que el cambio climático y las carestías de agua, alimentos y energía son una realidad tangible. Hoy es prioritario estabilizar el crecimiento de la población urbana y aumentar la disponibilidad de agua, energía y alimentos para lograr que la vida urbana en los países pobres no se convierta en un infierno.

El logro de este equilibrio físico-social es ajeno a cualquier ideología y por ello factible de ser concertado como un Pacto Nacional para la Supervivencia por todos los actores políticos en cualquier país pobre donde la población urbana crece considerablemente y se perciben alarmantes síntomas de inseguridad hídrica, energética y alimenticia.

La única condición para lograr Pactos para la Supervivencia en los países pobres es que existan regímenes genuinamente democráticos. Los Pactos para la Supervivencia debe emerger de un gran dialogo nacional y de una gran concertación democrática entre los gobiernos, los partidos políticos, los empresarios, lo trabajadores, la comunidad académica y la sociedad civil en general y deben funcionar permanentemente así. Solo con un constante ejercicio de esta naturaleza se podrán ayudar a vencer los desafíos que el desequilibrio físico-social y el cambio climático plantean a la viabilidad de muchos estados naciones subdesarrollaos.

Muchas gracias.



Derechos de autor © Oswaldo de Rivero 2008